Querido amigo:
Desde esta humilde y pequeña
ventana queremos hacerte llegar la misión evangelizadora de Juventudes Marianas
Vicencianas. Deseamos que se convierta en un instrumento de evangelización de
los jóvenes, en una expresión de la Iglesia universal, en un símbolo efectivo
de la Unión Eclesial y en herramienta para vuestra maduración en la fe.
Como ya nos alienta el Evangelio,
"Se pusieron en camino" (Mt
2,9), anhelamos que tu pertenencia a esta familia vicenciana se convierta en lanzadera, estímulo y el lugar donde sigas descubriendo ese coraje que te auxilie en esos caminos desconocidos que encontrarás en este largo y arduo viaje que
es TU vida.
Continuando con las referencias
hacia el Evangelio según San Mateo recordemos otra evocación; "Vosotros sois la sal de la tierra...
Vosotros sois la luz del mundo" (Mt 5, 13-14). Significativas e
inspiradoras estas palabras que el mismo Jesucristo nos transmite.
San Juan Pablo II ya nos invitaba
desde el inicio de su santo pontificado a coger las riendas de la sociedad a la
que hoy pertenecemos con la mirada puesta en Jesús y en su iglesia. “Queridos jóvenes, os invito a imitar a los
“griegos” que se dirigieron a Felipe, movidos por el deseo de “ver a Jesús”.
Que vuestra búsqueda no esté motivada simplemente por la curiosidad
intelectual, aunque en sí misma tiene un gran valor, sino que esté estimulada
sobre todo por la exigencia profunda de encontrar la respuesta a la pregunta
sobre el sentido de vuestra vida. Como el joven rico del Evangelio, buscad
también vosotros a Jesús y preguntadle:
“¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?”
Como también rezaba el santo
padre; “Que María, "mujer
eucarística" y Madre de la Sabiduría, os ayude en vuestro caminar, ilumine
vuestras decisiones y os enseñe a amar lo que es verdadero, bueno y bello. Que
Ella os conduzca a su Hijo, el único que puede satisfacer las esperanzas más
íntimas de la inteligencia y del corazón del hombre”.
JUVENTUDES
MARIANAS VICENCIANAS DE BLANCA